Pilates 2 veces por semana: qué resultados puedes esperar de verdad

Si te estás planteando empezar pilates, es muy probable que te hagas esta pregunta: “¿Con solo pilates 2 veces por semana tendré resultados de verdad, o se me va a quedar corto?” La respuesta corta es sí, dos sesiones semanales pueden marcar una diferencia clara en cómo te ves y, sobre todo, en cómo te sientes. La clave está en la constancia y en la calidad de cada clase. A continuación te cuento qué cambios puedes esperar por fases y qué puedes hacer para exprimir al máximo esas dos sesiones semanales. Qué pasa en tu cuerpo cuando haces pilates 2 veces por semana Con una frecuencia de dos días a la semana, el cuerpo tiene el estímulo justo para mejorar… y el descanso necesario para asimilarlo. No se trata de “reventarse”, sino de enviarle al sistema nervioso y a los músculos un mensaje claro y repetido: “quiero moverme mejor”. Ahí es donde pilates brilla. En la práctica, esto se traduce en: Resultados de pilates 2 veces por semana a corto plazo (primeras 8–10 sesiones) Si mantienes dos sesiones semanales, en unas 4–6 semanas (alrededor de 8–10 clases) lo normal es notar: No suele ser todavía un cambio físico “espectacular” a nivel estético, pero sí un antes y un después claro en cómo te sientes al levantarte, al estar sentado y al terminar el día. Resultados a medio plazo: 2 meses y 3 meses de pilates 2 veces por semana A partir de 15–20 sesiones (unas 8–10 semanas) los cambios empiezan a ser más visibles: Mantener la rutina durante unos 3 meses con pilates 2 veces por semana suele ser suficiente para notar un cambio muy evidente en tu forma de moverte, tu postura y la sensación de control sobre tu cuerpo. ¿Es suficiente pilates 2 veces por semana o hace falta más? Depende de tu objetivo principal: Más no siempre es mejor. Con mala técnica y cansancio acumulado, cuatro clases a la semana pueden aportar menos que dos bien hechas, con foco, atención y un buen descanso entre medias. Factores que influyen en los resultados Aunque la frecuencia sea la misma (dos días), la respuesta no es igual para todo el mundo. Influyen, entre otros: Cómo aprovechar al máximo pilates 2 veces por semana Para que esas dos sesiones se noten de verdad, puedes seguir estas ideas: ¿Cuándo tiene sentido añadir una tercera sesión? Puede ser buena idea sumar una tercera sesión semanal si: Si todavía estás adaptándote, llegas muy cansado a las clases o te notas cargado al día siguiente, es mejor mantenerse en dos sesiones y mejorar descanso, respiración y hábitos diarios antes de subir el volumen de entrenamiento. Qué resultados no esperar solo de pilates 2 veces por semana También es importante ser realista: Pilates 2 veces por semana sí da resultados, si te los tomas en serio Dos sesiones semanales de pilates son una frecuencia muy inteligente para la mayoría de personas: sostenible, asumible con un horario normal y lo bastante constante como para que el cuerpo cambie. En unas pocas semanas notarás más energía, menos dolores y mejor postura. En unos meses, más fuerza, control y estabilidad. Y, si cuidas también tu descanso y tu alimentación, la mejora física y mental puede ser muy profunda. La fórmula es simple: 2 días de pilates a la semana, buena guía profesional, continuidad… y el compromiso de moverte mejor también fuera de la clase. Ahí es donde los resultados dejan de ser “solo del estudio” y se convierten en una nueva forma de vivir en tu propio cuerpo. Visita nuestro centro de pilates en sant cugat y aprovecha nuestra clase de introducción gratuita.
Qué es el Pilates Reformer y cómo funciona realmente

El Pilates Reformer es una máquina diseñada para trabajar todo el cuerpo con movimientos controlados, precisos y de bajo impacto. A diferencia del pilates en colchoneta, aquí entrenas sobre una plataforma deslizante que se mueve gracias a unos resortes regulables, lo que permite adaptar la intensidad a cada nivel, desde principiantes hasta personas muy entrenadas.Si alguna vez te has preguntado que es el pilates reformer y por qué está tan de moda en estudios y centros de fisioterapia, la respuesta es sencilla: combina fuerza, control postural, movilidad y trabajo del core en una sola herramienta, con mucha menos carga para las articulaciones que otros entrenamientos. La máquina de Pilates Reformer: partes y funcionamiento El Reformer parece complejo al verlo por primera vez, pero en realidad está formado por unos pocos elementos clave que se combinan entre sí. Carro deslizante y estructura El corazón de la máquina es el carro deslizante, una plataforma acolchada sobre la que te tumbas, te sientas o te colocas de rodillas.Se desplaza adelante y atrás guiado por unos raíles dentro de una estructura alargada de madera o metal, lo que permite movimientos fluidos y muy controlados. Resortes: la resistencia regulable En lugar de pesas tradicionales, el Reformer utiliza resortes con diferentes intensidades. Barra de pies, correas y poleas Además del carro y los resortes, el Reformer incorpora otros elementos: Con esta combinación se pueden diseñar ejercicios tumbado, sentado, de lado, en cuadrupedia e incluso de pie sobre la máquina. Beneficios del Pilates Reformer El Pilates Reformer no es solo “verse más tonificado”; es un trabajo muy completo a nivel muscular, articular y postural. Fortalecimiento global del cuerpo Cada sesión de Reformer implica varios grupos musculares a la vez: Más flexibilidad y movilidad articular Muchos ejercicios combinan estiramientos activos con trabajo de fuerza, lo que ayuda a: Mejora de la postura y del control del core El Reformer guía al cuerpo hacia una mejor alineación: Entrenamiento de bajo impacto Aunque el Reformer puede ser muy exigente a nivel muscular, es amable con las articulaciones: Mayor conciencia corporal y conexión mente–cuerpo En Pilates Reformer no se trata de hacer repeticiones “a lo loco”, sino de: ¿Para quién es el Pilates Reformer? Una de las grandes ventajas del Reformer es que se adapta a casi cualquier perfil. Personas que empiezan desde cero Quien nunca ha hecho Pilates puede comenzar en Reformer sin problema, siempre que esté guiado por un profesional: Personas con dolor o en rehabilitación Muchas clínicas de fisioterapia utilizan Pilates Reformer para: Deportistas y personas activas Para quienes ya entrenan, el Reformer es un complemento excelente para: Cómo empezar con Pilates Reformer Primera sesión: qué puedes esperar En una primera clase, lo habitual es que el instructor: Frecuencia y progresión Consejos rápidos si vas a probarlo Integrar esta máquina en tu rutina puede ser una forma muy completa de trabajar fuerza, flexibilidad y postura a la vez. Si te interesa saber de primera mano qué es el Pilates Reformer, la mejor opción es probar una sesión guiada y sentir cómo responde tu cuerpo sobre el carro y los resortes. Ven a nuestro centro de pilates reformer en sant cugat y prueba nuestra clase de introducción gratuita.
Pilates en silla para adultos mayores: moverse sin miedo y con más seguridad

Imagina poder seguir moviéndote con soltura, sin miedo a caerte, poder levantarte de la silla con más facilidad y sentir tu cuerpo menos rígido al final del día. Eso es exactamente lo que busca el pilates en silla para adultos mayores: no ejercicios “de gimnasio”, sino movimiento adaptado, amable y muy consciente. Cuando el cuerpo pide movimiento, pero las articulaciones se quejan Con la edad es muy habitual que aparezcan varios obstáculos a la hora de hacer ejercicio: El resultado suele ser el mismo: cada vez nos movemos menos… y cuanto menos nos movemos, más se nota la falta de fuerza y de estabilidad. Ahí es donde el pilates en silla puede marcar la diferencia: permite trabajar fuerza, equilibrio y postura sin tener que bajar al suelo, sin saltos y sin movimientos bruscos. Qué es exactamente el pilates en silla El pilates en silla no es un “pilates descafeinado”, sino una adaptación del método clásico para que se pueda practicar sentado o con apoyo constante. En lugar de usar la colchoneta en el suelo, se trabaja: Se mantienen los principios clave del pilates: La diferencia es que todo se adapta a las posibilidades de cada persona, especialmente en edades avanzadas o cuando hay problemas de movilidad. Beneficios del pilates en silla para adultos mayores Mejora del equilibrio y reducción del riesgo de caídas Muchos ejercicios se centran en la estabilidad del tronco y de las piernas, incluso aunque estés sentado. Al fortalecer los músculos que rodean caderas, rodillas y tobillos, el cuerpo responde mejor cuando tropiezas o pierdes la estabilidad, algo clave para prevenir caídas. Más fuerza en piernas, brazos y espalda No hacen falta pesas pesadas ni máquinas complicadas: con el propio peso del cuerpo y algunos pequeños implementos (bandas elásticas, pelotas blandas) se puede: Flexibilidad y movilidad articular Los movimientos suaves de columna, hombros y caderas ayudan a: Postura más erguida y respiración más amplia Al trabajar el core y la alineación, el cuerpo se va “reeducando” para evitar la típica postura encorvada hacia delante. Eso no solo mejora la imagen física, también facilita que el aire entre mejor y disminuya la presión en la zona lumbar. Bienestar emocional y sensación de autonomía Moverse sin dolor intenso, notar pequeños avances y poder seguir haciendo cosas sin depender tanto de los demás tiene un impacto directo en: Ejercicios de pilates en silla para empezar A continuación tienes una pequeña selección de ejercicios sencillos que suelen utilizarse con adultos mayores. Siempre deben adaptarse al estado físico de cada persona y, si es posible, aprenderse primero con un profesional. Marcha sentada para activar piernas y circulación Siéntate cerca del borde de la silla, con la espalda erguida y los pies bien apoyados en el suelo. Lleva las manos a los muslos. Es un ejercicio ideal para entrar en calor, mejorar la circulación y despertar el cuerpo sin impacto. Extensión de rodilla para fortalecer muslos En la misma posición de sentado erguido, con las manos apoyadas en los laterales de la silla o sobre los muslos: Este movimiento ayuda a ganar fuerza para gestos cotidianos como levantarse de la silla o subir escalones. Giros suaves de columna para soltar la espalda Coloca las manos sobre los muslos, siéntate alto sobre los isquiones (huesos de la pelvis) y relaja los hombros. El objetivo no es llegar muy lejos, sino mantener la sensación de columna larga y girar sin dolor. Inclinaciones laterales para movilizar costillas y cintura Con los pies bien apoyados, lleva una mano al lateral de la silla y el otro brazo por encima de la cabeza. Este ejercicio ayuda a mejorar la movilidad del tronco y a dar más espacio a la respiración. Círculos de tobillo para cuidar la base del equilibrio Sentado, apoya bien una pierna en el suelo y eleva el otro pie unos centímetros. Los tobillos móviles son fundamentales para reaccionar rápido ante un tropiezo y mantener el equilibrio al caminar. Respiración consciente para cerrar la sesión Termina sentado cómodo, con la espalda lo más erguida posible y las manos relajadas sobre las piernas. Unos minutos así ayudan a bajar pulsaciones, relajar la musculatura y terminar la sesión con sensación de calma. Precauciones importantes antes de empezar Aunque el pilates en silla es una opción segura y de bajo impacto, conviene tener en cuenta algunas pautas: Consultar con el profesional sanitario de referencia Si hay antecedentes de cardiopatías, problemas importantes de equilibrio, osteoporosis avanzada, prótesis recientes o cualquier patología relevante, es recomendable pedir la opinión del médico antes de iniciar una nueva rutina. Elegir bien la silla Es clave que la silla sea: Evita sofás blandos o sillas que se muevan con facilidad. No forzar el rango de movimiento Los ejercicios deben hacerse sin dolor agudo. Una ligera tensión o esfuerzo es normal; el dolor punzante o la sensación de bloqueo no lo es. Ante cualquier molestia rara, se reduce el movimiento o se descansa. Mejor acompañado al principio Aprender la técnica con un instructor especializado en adultos mayores ayuda a: Después, muchas de estas pautas pueden mantenerse en casa, siguiendo vídeos o pequeñas tablas impresas, pero la base es importante construirla bien. Cómo integrar el pilates en silla en el día a día No es necesario hacer sesiones interminables ni volverse “atleta senior”. Para la mayoría de adultos mayores, puede ser suficiente con: Con esa regularidad, poco a poco se van notando cambios: levantarse de la silla cuesta menos, el equilibrio se siente más seguro y la rigidez general disminuye. Esa es la esencia del pilates en silla para adultos mayores: recuperar movimiento, fuerza y confianza a través de ejercicios sencillos, adaptados y, sobre todo, respetuosos con el cuerpo en cada etapa de la vida. Si quieres introducirte en este fantástico mundo del pilates, crear un hábito, mejorar tu salud y físico. Queremos ofrecerte una clase de introducción al pilates en Sant Cugat Gratis. Contamos con uno de los centros TOP de pilates reformer en sant cugat, visítanos y descubre que puede hacer el pilates por
Qué es el core en pilates y por qué es mucho más que “abdominales”

Si alguna vez has ido a una clase de pilates o has visto un vídeo, seguro que has escuchado frases como “activa el core”, “siente el trabajo en tu centro” o “no tires de cuello, trabaja desde el core”. Pero cuando estás en la colchoneta, con la cabeza en tensión y las piernas temblando, lo normal es pensar: “Vale, ¿pero qué es exactamente el core en pilates y dónde se supone que tengo que notar esto?”. Este artículo está pensado justo para ese punto: entender qué es el core, qué músculos lo forman y por qué en pilates todo gira alrededor de esa zona, sobre todo si estás empezando o si vienes con molestias de espalda, mala postura o muchas horas de oficina a cuestas. Qué es el core en pilates explicado sin tecnicismos En pilates, el core es el nombre que se le da al “centro de estabilidad” del cuerpo. No es solo la tableta de los abdominales que se ve, sino un conjunto de músculos que envuelven la cintura y la pelvis por delante, por detrás y por dentro. Cuando se activa bien, este sistema actúa como un cinturón protector que sujeta la columna y permite que brazos y piernas se muevan con más control y menos carga para la espalda. Por eso se dice que en pilates “el movimiento nace desde el centro”: antes de levantar una pierna, girar el tronco o subir a un puente, se prepara el core para que el resto del cuerpo trabaje con seguridad. Qué músculos forman el core en pilates Aunque en clase no te van a recitar anatomía, sí conviene que tengas una idea clara de qué está trabajando cuando el profesor habla del core. Los principales protagonistas son:Abdominales profundos: aquí destaca el transverso del abdomen, un músculo que envuelve tu cintura como un corsé natural y que se activa cuando llevas suavemente el ombligo hacia dentro al soltar el aire.Oblicuos internos y externos: son los músculos que están en los laterales del abdomen y ayudan en los giros y las inclinaciones del tronco.Zona lumbar y músculos profundos de la espalda: especialmente los multífidos, pequeños músculos que estabilizan vértebra a vértebra y dan soporte a la columna.Glúteos: no son solo “músculos estéticos”; forman parte del sostén de la pelvis y descargan trabajo de la zona lumbar cuando están fuertes.Suelo pélvico: una especie de “hamaca muscular” en la base de la pelvis que participa en la estabilidad interna y en el control de la presión abdominal.Diafragma: el músculo principal de la respiración. En pilates se usa la respiración para ayudar a activar y estabilizar el core, así que también entra en juego. Todo este sistema trabaja en equipo. Si una parte está muy débil o descoordinada, otra zona (normalmente la espalda) acaba compensando y sobrecargándose. Por qué el core es tan importante en pilates En pilates no se trabaja el core “para marcar abdominales”, sino porque de él depende prácticamente todo lo demás. Algunas razones clave:Estabilidad en cada movimiento: cuando el core se activa de forma adecuada, la pelvis y la columna se mantienen estables mientras las extremidades se mueven. Eso se nota, por ejemplo, al hacer círculos de pierna sin que la cadera “baile” o al subir a un puente sin que la espalda se hunda.Mejor postura en la vida diaria: un core fuerte y coordinado ayuda a sostener la columna en una posición neutra, evitando que pases el día colapsado hacia delante o con la zona lumbar forzada. No es solo en la colchoneta: se nota al estar de pie, al conducir, al trabajar delante del ordenador.Prevención de molestias y lesiones: cuando el centro no sujeta, los gestos cotidianos (coger a un niño en brazos, subir la compra, rotar para mirar hacia atrás) se hacen con la espalda desprotegida. Al entrenar el core, reduces la carga sobre las vértebras y las articulaciones y disminuyes el riesgo de dolor lumbar y de sobrecargas.Más control y precisión: pilates busca movimientos limpios, sin rebotes ni tirones. Ese control no viene solo de la fuerza de piernas o brazos, sino de la capacidad del core para frenar, sostener y dirigir lo que está pasando en el resto del cuerpo.Mejor rendimiento en otros deportes: un buen trabajo de core en pilates mejora tu base para correr, nadar, hacer fuerza en el gimnasio o practicar otros deportes. Al final, todos los gestos potentes salen de una zona media estable. Cómo saber si tu core está débil o descoordinado No hace falta una prueba de laboratorio para sospechar que al core le falta trabajo. Algunas señales típicas son:Te duele la zona lumbar con frecuencia, sobre todo al final del día o tras estar mucho tiempo sentado.Cuando haces ejercicios de abdominales, lo notas más en el cuello o en la parte alta de la espalda que en la zona del vientre.Te cuesta mantener el equilibrio en apoyos sobre una pierna o en posturas inestables.Tu postura natural tiende a ser encorvada hacia delante o, al contrario, con la barriga proyectada y la zona lumbar muy arqueada.Al subir escaleras, agacharte o levantar peso, sientes que “todo va a la espalda”. En pilates se trabaja justo para cambiar este patrón, enseñando al cuerpo a repartir mejor el esfuerzo. Cómo se trabaja el core en una clase de pilates En una clase bien dirigida, el trabajo del core en pilates no es solo hacer planchas o ejercicios duros de abdomen. Está presente en casi todo lo que se hace, desde el calentamiento hasta los estiramientos finales. Algunos elementos comunes son:Activación suave al empezar: antes de moverse, se suele practicar una respiración que ayuda a conectar con el transverso del abdomen y el suelo pélvico, por ejemplo al exhalar llevando el ombligo ligeramente hacia dentro sin bloquear la respiración.Alineación de pelvis y columna: se busca una posición neutra, ni pegando a la fuerza la espalda al suelo ni hundiendo la zona lumbar. Desde ahí, el core sostiene mientras traban brazos y piernas.Movimientos lentos y conscientes: se pide que cada gesto sea
Tabla básica de ejercicios de pilates para empezar en casa o en el estudio

Empezar con pilates en colchoneta suena fácil… hasta que te pones a buscar ejercicios y te encuentras con nombres raros, vídeos contradictorios y tablas interminables. Si lo único que quieres es una tabla básica de ejercicios de pilates clara, segura y pensada para principiantes, aquí la tienes: pocos movimientos, bien explicados y con indicaciones concretas de repeticiones.La idea no es que termines agotado, sino que empieces a conectar con tu cuerpo, a activar el centro y a entender la lógica del método para que luego puedas avanzar con más confianza. Antes de que te sumerjas en esta fantástica lectura… te dejo aquí una pequeña promoción. En nuestro estudio de pilates en Sant Cugat, te ofrecemos probar totalmente gratis nuestra clase de introducción. Ya está, quería que lo supieras 🙂 Antes de la tabla: respiración, centro y postura Antes de tumbarte en la colchoneta, merece la pena dedicar unos segundos a colocar el cuerpo.Respira llevando el aire a la parte lateral de las costillas, sin subir los hombros. Al soltar el aire, imagina que llevas el ombligo hacia la columna, como si abrocharas una faja interna. Esa activación será tu “cinturón de seguridad” durante toda la tabla.Revisa también: Tabla básica de ejercicios de pilates en colchoneta La propuesta es una secuencia sencilla que puedes hacer completa o por bloques. Si estás empezando, con una vuelta de la tabla es suficiente. Cuando te veas con más control, puedes repetirla dos veces. The Hundred suave: activar el centro y entrar en calor Túmbate boca arriba, con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Lleva los brazos a lo largo del cuerpo. Activa el abdomen, eleva ligeramente la cabeza y los hombros del suelo y alarga los brazos, flotando unos centímetros. Empieza a bombear los brazos hacia arriba y hacia abajo en pequeños movimientos, mientras inhalas en cinco tiempos y exhalas en otros cinco. Si vas cómodo, puedes llevar las piernas a posición de mesa (rodillas a 90 grados); si no, mantenlas apoyadas.Repeticiones recomendadas: 5 ciclos de respiración completos (50 pulsos) al principio; con el tiempo puedes llegar a los 10 ciclos clásicos. Roll up adaptado: movilizar la columna sin forzar Vuelve a tumbarte boca arriba con las piernas estiradas o ligeramente flexionadas y los pies en flex (puntas hacia ti). Lleva los brazos hacia el techo. Inhala ahí y, al exhalar, empieza a enrollar la columna: primero cabeza, luego cuello y después la parte alta de la espalda, como si quisieras sentarte y alargar las manos hacia las rodillas o las espinillas. No hace falta llegar a los pies al principio. Inhalando, mantén un momento la posición al frente; exhalando, vuelve a bajar vértebra a vértebra hasta apoyar de nuevo la espalda en la colchoneta.Repeticiones recomendadas: 4–6 repeticiones, sin rebotes ni tirones. Si notas que tiras del cuello, reduce el recorrido. Círculos con una pierna: trabajo de cadera y control del core Quédate boca arriba. Estira una pierna en el suelo y eleva la otra hacia el techo, con la rodilla ligeramente flexionada si la parte posterior de la pierna está muy tensa. Coloca brazos a los lados del cuerpo. Dibuja círculos pequeños en el aire con la pierna elevada, intentando que la pelvis no se mueva ni “baile” con la pierna. Haz los círculos en un sentido y luego en el contrario. Cambia de pierna y repite.Repeticiones recomendadas: 5 círculos en cada sentido por pierna. Es mejor que el círculo sea pequeño y el centro estable, que lo contrario. Puente de hombros: glúteos, isquios y estabilidad lumbar Vuelve a colocar las plantas de los pies apoyadas en el suelo, a la anchura de las caderas, con las rodillas flexionadas. Brazos relajados a los lados del cuerpo. Inhala ahí y, al exhalar, empieza a elevar la pelvis, desenrollando la columna desde el sacro hasta quedar en una línea entre rodillas, caderas y hombros. Activa los glúteos, sin bloquear las rodillas ni hundir las lumbares. Inhalando, mantén un instante; exhalando, baja vértebra a vértebra hasta apoyar de nuevo la espalda.Repeticiones recomendadas: 8–10 repeticiones, haciendo el movimiento lento y continuo. Plancha básica: fuerza global y control del cuerpo Colócate boca abajo y apoya los antebrazos en la colchoneta, con los codos justo debajo de los hombros. Estira una pierna y luego la otra, apoyando las puntas de los pies. El cuerpo debe formar una línea recta desde la cabeza hasta los talones, sin dejar caer la cadera ni subirla en exceso. Imagina que empujas el suelo con los antebrazos y alargas la coronilla hacia delante.Tiempo recomendado: 15–20 segundos si estás empezando. Descansa y repite 2–3 veces. Poco a poco puedes alargar el tiempo, siempre que mantengas buena técnica. Spine stretch: estirar la columna y soltar la espalda Siéntate con las piernas estiradas y separadas a la anchura de las caderas o algo más, según tu movilidad. Coloca los pies en flex y si lo necesitas dobla un poco las rodillas para no colapsar la zona lumbar. Lleva los brazos hacia delante, a la altura de los hombros. Inhala creciendo hacia el techo y, al exhalar, redondea la columna hacia delante, como si quisieras acercar el pecho al ombligo y las manos hacia los pies, sin hundir los hombros. Imagina que te curvaras por encima de una gran pelota. Inhalando, vuelve a crecer y a colocar la columna neutra.Repeticiones recomendadas: 5–8 repeticiones, sintiendo el estiramiento en la espalda, no solo en la parte posterior de las piernas. Gato–vaca versión pilates: movilidad controlada de columna Pasa a posición de cuadrupedia, con las manos debajo de los hombros y las rodillas bajo las caderas. Apoya bien las palmas y reparte el peso entre manos y piernas. Al inhalar, lleva el pecho ligeramente hacia delante y el sacro hacia atrás, sin colapsar las lumbares; al exhalar, redondea la columna, llevando el pubis hacia el ombligo y empujando suavemente el suelo con las manos, como si quisieras hacer una gran joroba. Ve alternando estos dos gestos en un movimiento fluido, sin forzar extremos.Repeticiones recomendadas: 8–10 ciclos
Lo bueno y lo malo del pilates: guía honesta antes de empezar

Puede que estés en ese punto de “sé que tengo que moverme, pero no quiero volverme loco con el gimnasio”. Has oído hablar del pilates mil veces, ves que lo recomiendan para la espalda, para la postura, para el estrés… pero también lees que no adelgaza tanto, que no es para todo el mundo y que “igual se queda corto” si ya entrenas. Vamos a poner orden: qué tiene de bueno el pilates, qué limitaciones reales tiene y en qué casos puede no ser la mejor opción si vas solo a por ciertos objetivos. Lo bueno del pilates Fortalece “desde dentro”: núcleo fuerte, cuerpo más estable El gran punto fuerte del pilates es el trabajo del core: toda la faja abdominal, la musculatura profunda de la espalda, la zona de la pelvis y la cadera. ¿Qué supone esto en la vida real? No es la típica clase en la que solo “te cansas”; es un entrenamiento donde aprendes a usar mejor tu cuerpo. 2. Mejora la postura y ayuda a prevenir (y aliviar) dolores Gran parte de los ejercicios de pilates buscan: Por eso se utiliza mucho como parte de programas de rehabilitación o de prevención de lesiones. No es magia ni cura milagrosa, pero sí puede: Flexibilidad, equilibrio y coordinación… sin machacarte El pilates combina: Eso hace que sea una actividad muy interesante si: Conciencia corporal y reducción del estrés Aunque el pilates no es meditación, sí exige: Ese foco saca la cabeza del bucle mental y ayuda a: Adaptable a muchas edades y niveles Una ventaja importante: el pilates se puede adaptar muchísimo. La clave aquí no es el método en sí, sino que lo guíe un profesional que sepa adaptar la sesión a la realidad de cada persona. Lo malo (o, mejor dicho, las limitaciones) del pilates Ahora viene la parte que casi nunca se cuenta en redes: lo que el pilates no hace (o no hace tan bien) y los casos en los que puede no encajar como única actividad. No es la mejor opción si tu objetivo principal es “quemar muchas calorías” El pilates: ¿Significa que no ayuda nada a la composición corporal? No.Significa que, si tu prioridad absoluta es perder peso rápido solo con ejercicio, necesitarás: El pilates es excelente para tonificar, mejorar postura y crear una base fuerte. Pero si solo buscas “sudar y quemar”, hay opciones más directas. Tampoco es el camino principal para ganar mucha masa muscular Si lo que quieres es: El pilates se queda corto como único método. ¿Por qué? Como complemento al trabajo de fuerza, es muy interesante. Como sustituto total si tu meta es ganar mucha masa muscular, no es lo ideal. No todas las condiciones médicas encajan bien con cualquier tipo de pilates Aunque a veces se venda como “apto para todo el mundo”, la realidad es más matizada: Esto no significa que “no puedan hacer pilates nunca”, sino que: Sin supervisión, también puede hacerse mal Uno de los riesgos reales del pilates es pensar que, por ser una actividad tranquila y sin impacto, no pasa nada si: ¿Qué puede ocurrir? El pilates bien enseñado y bien hecho es una herramienta potente. Hecho a lo loco, puede perder la mayor parte de sus beneficios. Expectativas irreales: no es una solución mágica Otro “punto malo” no es del método, sino de las expectativas: El pilates funciona cuando: ¿Para quién es especialmente recomendable el pilates? Aunque cada persona es un mundo, suele ser una muy buena opción si: Si vives en una zona con buena oferta de estudios de pilates (como Sant Cugat y alrededores), encontrar un sitio donde te puedan acompañar de forma personalizada marca mucho la diferencia. Preguntas frecuentes sobre lo bueno y lo malo del pilates 1. ¿Solo haciendo pilates voy a perder peso?Puede ayudarte como parte del proceso, sobre todo por la mejora de tono muscular, la postura y el bienestar general. Pero, por sí solo, no es la actividad más efectiva si tu objetivo es solo bajar kilos. Lo ideal es combinarlo con ejercicio aeróbico y una alimentación adecuada. 2. ¿Es seguro hacer pilates si tengo dolor de espalda?En muchos casos, sí, y puede ser muy beneficioso. Pero es importante: 3. ¿Puedo hacer pilates si nunca he hecho deporte?Sí, es una de sus grandes ventajas. Siempre que la clase esté bien adaptada y el profesional te guíe paso a paso, puede ser una muy buena puerta de entrada al movimiento. 4. ¿Cuántas veces a la semana es recomendable?Como referencia general, 2 veces a la semana suele ser un buen punto de partida. Si lo combinas con caminar a diario o con otra actividad suave, empezarás a notar cambios en pocas semanas. En resumen: ¿compensa? Lo bueno del pilates: Lo malo (o limitado): Si lo que buscas es un método para cuidar tu cuerpo a largo plazo, mejorar tu postura, sentirte más fuerte desde dentro y mover tu cuerpo con más control y menos dolor, el pilates puede ser una de las mejores inversiones de tiempo que hagas en tu salud. Si además lo combinas con algo de actividad aeróbica y buenos hábitos, se convierte en una base muy sólida para vivir mejor muchos años. Si vives o estas cerca de Sant cugat, te animamos a que venga a probar totalmente GRATIS nuestra clase de introducción en nuestro centro de pilates reformer en sant cugat
Ejercicios con el aro de pilates: ideas para sacar todo el partido al “magic circle”

El aro de pilates parece un accesorio sencillo, pero en cuanto lo pruebas te das cuenta de que puede hacer que un ejercicio suave empiece a temblarte en cuestión de segundos. Si quieres tonificar mejor el core, las piernas o los brazos sin machacarte a impacto, trabajar con el aro es una forma muy eficaz de añadir resistencia, control y conciencia corporal a tu práctica, tanto en casa como en un estudio de pilates en tu ciudad, por ejemplo en Sant Cugat. A continuación tienes una guía completa, con ejercicios explicados paso a paso, para que sepas cómo usar el aro de pilates con seguridad y qué movimientos pueden ayudarte a trabajar cada zona del cuerpo. Qué es el aro de pilates y por qué merece la pena usarlo El aro de pilates, también llamado “magic circle”, es un círculo flexible con dos almohadillas laterales que se presiona con manos o piernas para generar resistencia. No pesa casi nada, pero te obliga a activar la musculatura profunda en todo momento. Es especialmente útil para: Si se usa bien, es un aliado excelente para tonificar y ganar control corporal sin necesidad de entrenamientos agresivos. Claves antes de empezar con ejercicios con el aro de pilates Antes de lanzarte a apretar el aro, hay tres ideas que conviene tener muy presentes. Respira y mueve a la vez En las clases de pilates en sant cugat no se trata solo de “hacer repeticiones”, sino de coordinar respiración y movimiento. Lo más habitual es: Cuando necesites hacer fuerza con el aro, intenta que coincida con la exhalación, como si vaciaras el aire y activaras el abdomen al mismo tiempo. Esto protege la zona lumbar y hace que el ejercicio sea más eficaz. Cuida tu postura desde el primer segundo El aro potencia tanto lo bueno como lo malo. Si empiezas un ejercicio encorvado o con el cuello forzado, el cuerpo se quejará rápido. Por eso, en cada posición revisa: La idea es que sientas el cuerpo largo y estable, no colapsado. Menos repeticiones y más control Con el aro no necesitas hacer series eternas. Es mucho mejor: Si notas que estás perdiendo la técnica, baja la intensidad o descansa. En pilates, calidad manda sobre cantidad. Ejercicios con el aro de pilates para abdomen y core El aro es perfecto para obligar al core a trabajar de verdad y no “tirar de cuello” o de la zona lumbar. Elevación de tronco con el aro entre las manos Túmbate boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en la colchoneta. Sujeta el aro por delante del pecho con ambas manos, con los brazos casi estirados pero no rígidos. Al exhalar, eleva suavemente la cabeza, el cuello y la parte alta de la espalda, como si quisieras acercar el aro hacia delante sin hundir la barbilla en el pecho. Al inhalar, baja de forma controlada sin dejar que el aro pierda tensión. La sensación debe estar en el abdomen, no en la nuca. “Cien” con aro para activar todo el centro Colócate boca arriba, con las piernas en posición de mesa (rodillas a 90 grados) o estiradas a unos 45 grados si tienes más experiencia. Sujeta el aro con las dos manos justo por encima de las piernas. Eleva los hombros del suelo, activa el abdomen y comienza a bombear los brazos de forma corta y enérgica mientras mantienes una ligera presión sobre el aro. Inspira en cinco tiempos y espira en otros cinco, hasta completar unas diez rondas. Es un ejercicio muy completo para el core, así que empieza con pocas series si estás comenzando. Aro entre los tobillos para un reto extra Vuelve a tumbarte boca arriba y coloca el aro entre los tobillos, con las piernas en mesa o ligeramente estiradas. Mantén los brazos a lo largo del cuerpo. Al exhalar, aprieta el aro con las piernas mientras elevas un poco la cabeza y los hombros. Puedes mantener la posición estática unos segundos o, si te ves con fuerzas, combinarla con pequeñas extensiones y flexiones de rodillas. Notarás el trabajo en el abdomen profundo y en el interior de los muslos. Ejercicios con aro de pilates para piernas y glúteos El aro permite dirigir muy bien el trabajo a las piernas, sobre todo a los aductores y a la musculatura que da estabilidad a la pelvis. Puente de glúteos con el aro entre las rodillas Colócate boca arriba, con las plantas de los pies apoyadas y las rodillas flexionadas. Sitúa el aro entre las rodillas, ligeramente por encima. Activa el abdomen, siente la zona lumbar neutra y, al exhalar, aprieta suavemente el aro mientras elevas la pelvis hasta formar una línea entre rodillas, caderas y hombros. Mantén un segundo en la parte alta, sin hundir la zona lumbar, y baja vértebra a vértebra al inhalar. Este ejercicio trabaja glúteos, isquiotibiales y el interior de las piernas, además de mejorar la estabilidad de la columna. Aperturas laterales de pierna con aro Túmbate de lado, apoyando la cabeza sobre el brazo extendido o sobre una pequeña almohada. Coloca el aro entre los tobillos o ligeramente por encima. Mantén las caderas alineadas y el abdomen activo. La pierna que queda arriba es la que guía el movimiento. Desde esa posición, presiona el aro hacia abajo con la pierna superior y suelta lentamente sin llegar a descansar del todo. Se trabaja el glúteo medio y la musculatura que estabiliza la cadera, clave para caminar y correr sin sobrecargar la espalda. Puente con aro bajo el pie para más estabilidad Colócate de nuevo boca arriba. Esta vez, flexiona una pierna y apoya el pie sobre una de las almohadillas del aro, que se apoya en el suelo con la otra almohadilla. La otra pierna puede quedarse flexionada o estirada, según tu nivel. Al exhalar, empuja el aro contra el suelo con el pie y eleva la pelvis en un puente unilateral, manteniendo la pelvis lo más estable posible. Bajar controlando. Es un ejercicio muy interesante para
Pilates y bienestar: cómo una disciplina puede mejorar tu salud en todos los sentidos

Más que un ejercicio físico Cuando alguien escucha la palabra Pilates, lo primero que suele venir a la mente es una clase de estiramientos sobre una colchoneta o, quizá, una máquina extraña llamada Reformer. Sin embargo, lo que pocos imaginan es hasta qué punto esta disciplina puede transformar la salud en aspectos que van mucho más allá de lo físico. Hoy, en Pilates Club Spain Sant Cugat, recibimos a personas con objetivos muy distintos: desde quienes buscan tonificar el cuerpo hasta quienes necesitan liberar estrés, mejorar la respiración o incluso dormir mejor. Y todos coinciden en algo: el Pilates les aporta un bienestar integral que no esperaban. Un cuerpo que se mueve sin dolor El dolor de espalda es uno de los grandes males de nuestra era digital. Horas de oficina, malas posturas frente al móvil y el sedentarismo hacen que cada vez más personas sufran molestias en cuello, hombros y zona lumbar. El Pilates, gracias a su trabajo en los músculos profundos, ayuda a realinear el cuerpo. Con la práctica constante, desaparecen tensiones acumuladas y se gana movilidad articular. Esto no solo significa moverse mejor en clase, sino también sentirse más ligero en el día a día: al caminar, al agacharse para jugar con los hijos o incluso al dormir. Respirar para soltar estrés Uno de los principios básicos del Pilates es la respiración consciente. Cada movimiento va acompañado de una inhalación y una exhalación específicas, lo que obliga a centrar la atención en el aquí y ahora. Ese simple gesto tiene un efecto sorprendente: el estrés se reduce de forma natural. No se trata de “despejar la mente a la fuerza”, sino de dirigirla hacia el cuerpo. Al terminar la sesión, la mayoría de alumnos describe una sensación de calma parecida a la de haber meditado. Y esa paz interior no se queda en el estudio, sino que acompaña durante el resto del día. Mejorar la digestión y el descanso Quizá suene extraño pensar que un entrenamiento pueda influir en el sistema digestivo o en el sueño, pero la experiencia lo confirma. El trabajo abdominal suave estimula la circulación en la zona, lo que ayuda a mejorar la digestión. Del mismo modo, al liberar tensiones musculares y nerviosas, el cuerpo entra en un estado de relajación que favorece el descanso nocturno. Muchas personas aseguran que después de una clase de Pilates duermen más profundo y se levantan con más energía. Tu mejor aliado para la salud mental El bienestar no se mide solo en músculos fuertes o articulaciones flexibles. La salud mental es igual de importante, y aquí el Pilates aporta un valor incalculable. En un mundo donde todo es rápido y multitarea, dedicar una hora a moverse con plena conciencia actúa como un “reset” para el cerebro. Estudios científicos han demostrado que el Pilates reduce síntomas de ansiedad y depresión, en parte por su efecto en la respiración y en parte por la satisfacción de recuperar el control del cuerpo. Historias que te van a inspirar En Sant Cugat conocemos casos reales que muestran el poder del Pilates para mejorar la salud: El entorno es la clave en el bienestar Practicar Pilates no es lo mismo en cualquier sitio. El entorno influye mucho en la experiencia. En Pilates Club Spain Sant Cugat cuidamos los detalles: clases reducidas, trato cercano, música y luz que invitan a la calma. Todo está pensado para que una hora de práctica sea, además de un entrenamiento, un regalo de bienestar. Los instructores juegan un papel fundamental: corrigen sin presionar, animan sin juzgar y adaptan cada ejercicio a las necesidades de cada alumno. Esa atención personalizada marca la diferencia frente a otros entrenamientos más impersonales. Bienestar contagioso Otro aspecto curioso del Pilates es cómo transforma no solo a la persona que lo practica, sino también a su entorno. Cuando alguien llega a casa más relajado, con menos dolores y con energía positiva, esa sensación se transmite a la familia. Muchos alumnos cuentan que gracias al Pilates tienen más paciencia con sus hijos, más concentración en el trabajo o simplemente más ganas de disfrutar de actividades sociales. Es decir, el bienestar individual acaba convirtiéndose en bienestar colectivo. ¿Es para todo el mundo? Sí, y esa es una de sus grandes virtudes. Da igual si tienes 20 o 70 años, si eres deportista o llevas años sin hacer ejercicio. El Pilates se adapta a cada etapa de la vida. Salud integral en un mismo método El Pilates no es una moda pasajera ni un entrenamiento exclusivo para ciertos perfiles. Es una disciplina completa que aborda el bienestar desde todos los ángulos: físico, mental y emocional. Si buscas una manera de sentirte mejor en tu día a día, de aliviar dolores, descansar mejor y recuperar la calma mental, el Pilates puede ser la respuesta. En nuestro centro de pilates en sant cugat te invitamos a descubrirlo por ti mismo. Porque cuidar de tu salud no debería esperar a mañana: el momento es ahora.
Pilates con máquinas: la revolución del movimiento consciente

¿Por qué tanta gente habla del Reformer? Si preguntas a cualquier persona que haya practicado Pilates con máquinas, probablemente mencione el Reformer. A primera vista puede parecer extraño: una especie de cama con muelles, poleas y plataformas deslizantes. Pero basta probarlo para darse cuenta de que ese diseño permite movimientos suaves, seguros y profundamente efectivos. A diferencia de levantar pesas en un gimnasio tradicional, el Reformer ofrece resistencia ajustable y controlada. No empujas hierro ni cargas barras, trabajas con tu propio cuerpo acompañado de la resistencia de los muelles. Eso significa que cada ejercicio puede adaptarse a un principiante o a un atleta experimentado. Más allá del Reformer: un universo de máquinas El Pilates con máquinas no se limita a una sola pieza. En estudios especializados como Pilates Club Spain Sant Cugat se utilizan también: Cada máquina está pensada para ampliar las posibilidades de movimiento, y lo interesante es que todas comparten un mismo principio: trabajar con resistencia progresiva y controlada. Una experiencia distinta a la del gimnasio El error más común es comparar el Pilates con máquinas con un entrenamiento de musculación. No tienen nada que ver. En el gimnasio, la atención suele estar en levantar más peso o hacer más repeticiones. En el Pilates con máquinas, el foco está en cómo haces cada movimiento. Por ejemplo, un press de piernas en el Reformer no es simplemente empujar con fuerza. Aquí aprendes a activar el abdomen, a controlar la respiración y a alinear rodillas y tobillos. El resultado es un trabajo más profundo, con menos riesgo de lesiones y más beneficios a largo plazo. Lo que siente tu cuerpo en las primeras clases Quienes prueban por primera vez suelen describir sensaciones muy concretas: Después de unas cuantas sesiones, los alumnos notan que su postura cambia incluso al caminar o sentarse en la oficina. Beneficios únicos del Pilates con máquinas Aunque el Pilates en suelo es efectivo, las máquinas aportan ventajas adicionales: Historias que inspiran En el estudio de Sant Cugat es habitual escuchar testimonios como el de Clara, una corredora aficionada que sufría dolores de rodilla. Tras un par de meses de Pilates con máquinas, no solo redujo las molestias, sino que mejoró su rendimiento en carrera gracias a la fuerza ganada en el core. Otro caso frecuente es el de personas mayores que llegan con rigidez en la espalda. En pocas semanas logran moverse con más libertad, sin necesidad de ejercicios bruscos ni de soportar grandes cargas. El papel de los instructores Las máquinas por sí solas no hacen milagros. La diferencia está en la guía de profesionales que saben ajustar cada ejercicio. En Pilates Club Spain Sant Cugat, los instructores corrigen posturas, enseñan a respirar y adaptan la resistencia para que cada clase sea efectiva y segura. Esto convierte cada sesión en un entrenamiento personalizado, incluso estando en grupo reducido. ¿Quién puede practicar Pilates con máquinas? La respuesta es sencilla: prácticamente todo el mundo. La versatilidad es lo que hace que esta disciplina se haya convertido en una de las más recomendadas por fisioterapeutas y médicos. Una rutina que engancha Más allá de los beneficios físicos, quienes prueban Pilates con máquinas suelen quedarse por algo menos tangible: la sensación de bienestar. No se trata solo de “hacer ejercicio”, sino de dedicar una hora a moverse con atención plena, en un espacio cuidado y con una comunidad que comparte el mismo objetivo. Esa mezcla de concentración, calma y trabajo corporal hace que mucha gente transforme el Pilates en parte de su estilo de vida. Moda pasajera un lujo exclusivo El Pilates con máquinas no es una moda pasajera ni un lujo exclusivo. Es una forma de entrenar pensada para que cualquier persona, sin importar la edad o la condición física, pueda mejorar su fuerza, su postura y su calidad de vida. En nuestro centro de pilates reformer en sant cugat lo vivimos cada día: personas que llegan con dolores y rigidez y, poco a poco, redescubren la ligereza de moverse sin molestias. Si todavía no lo has probado, quizá sea el momento de subirte al Reformer y dejar que tu cuerpo experimente una manera nueva de entrenar: más consciente, más segura y más transformadora.
Los beneficios del Pilates para transformar tu cuerpo y tu mente

Una historia real para empezar María, vecina de Sant Cugat, pasaba horas frente al ordenador teletrabajando. A sus 42 años, había probado yoga, gimnasio y hasta correr por Collserola, pero el dolor de espalda y la rigidez seguían ahí. Un día decidió probar una clase de Pilates. Al principio le sorprendió lo lento y controlado de los movimientos, pero tras la tercera sesión empezó a notar algo distinto: dormía mejor, se levantaba con más energía y sus hombros ya no parecían de piedra. Su experiencia no es única. Cada semana en nuestro centro de pilates, decenas de personas llegan con historias parecidas: buscan una solución a molestias físicas, a la tensión mental o simplemente una manera de sentirse mejor en su propio cuerpo. ¿Qué hace diferente al Pilates? A diferencia de otros entrenamientos, el Pilates no persigue levantar más peso ni hacer más repeticiones. Aquí la clave está en la precisión, la respiración y la conexión mente-cuerpo. No es raro que alguien que llega pensando “esto será fácil” acabe descubriendo músculos que no sabía que tenía. Joseph Pilates, su creador, lo definía como contrología: el arte de mover el cuerpo con control absoluto. En una clase, cada gesto tiene sentido. Desde la colocación de la pelvis hasta cómo inspiras y sueltas el aire. Esa atención a los detalles es la que marca la diferencia en los resultados. Los primeros cambios que notas Quien empieza en Pilates suele vivir un mismo proceso: Lo interesante es que esos cambios no dependen de la edad ni del estado físico previo. Desde jóvenes deportistas hasta adultos que llevan años sin moverse, todos encuentran progresos adaptados a su nivel. Lo que dice la ciencia No se trata solo de percepciones personales. Diversos estudios han demostrado que el Pilates mejora la estabilidad del tronco, reduce el dolor lumbar crónico y aumenta la flexibilidad articular. También se ha visto que favorece el control de la respiración y ayuda a disminuir los niveles de ansiedad. En términos sencillos: es un entrenamiento completo que no solo tonifica, sino que equilibra cuerpo y mente. Más allá de la fuerza y la flexibilidad Hay beneficios que sorprenden a quienes empiezan: Estos detalles convierten al Pilates en algo más que un deporte: es una práctica de bienestar integral. Testimonio de un alumno (ficticio, pero representativo) “Pensaba que el Pilates era cosa de famosos de Hollywood o de gente muy flexible. Pero después de un par de meses en el estudio de Sant Cugat, puedo decir que me ha cambiado la vida. Trabajo muchas horas sentado y ahora ya no me duele la espalda. Además, duermo mejor y me levanto con más energía. Es como si me hubieran quitado años de encima.” – Jordi, 47 años. La importancia del entorno El lugar donde practicas también influye. En nuestro centro de pilates en sant cugat las clases no son masivas ni impersonales. Los grupos son reducidos, lo que permite que cada persona reciba atención personalizada. Las máquinas como el Reformer o el Springboard hacen que cada ejercicio se adapte a tu nivel. No es lo mismo trabajar en suelo que hacerlo con resistencias ajustables, que permiten progresar sin riesgos y con mayor variedad de movimientos. El ambiente también cuenta: música suave, iluminación acogedora y un equipo de instructores que corrigen con amabilidad, no con exigencia militar. Todo está pensado para que una hora de clase sea un momento de cuidado personal. Pilates en todas las etapas de la vida Otra de sus ventajas es que no tiene edad. Mujeres embarazadas, personas mayores, adolescentes deportistas o adultos en rehabilitación: todos pueden encontrar en el Pilates un aliado. Las máquinas y la metodología permiten ajustar la intensidad y la dificultad a cada caso. Es habitual ver a personas que llegan recomendadas por su fisioterapeuta o su médico. Y tras un tiempo, no solo cumplen el objetivo de recuperación, sino que se enganchan al Pilates como estilo de vida. Deporte, terapia y estilo de vida El Pilates puede ser muchas cosas a la vez: Inspírate Vivimos rodeados de prisas, pantallas y rutinas que no siempre nos hacen bien. Dedicar una hora a escucharte, respirar y moverte con conciencia es una inversión que devuelve multiplicado en salud y energía. Si estás en Sant Cugat y buscas una forma de entrenar que cuide tu cuerpo sin machacarlo, que te devuelva vitalidad sin forzar tus articulaciones, y que además te regale calma mental, el Pilates puede ser tu mejor elección. En Pilates Club Spain abrimos nuestras puertas para acompañarte en ese camino. Porqué sentirte bien no debería ser un lujo, sino tu forma natural de vivir.